La responsabilidad de amar a los demás
2019-10-04
1. Oración inicial
Qué grande es tu amor Señor, que aun cuando yo era pecador, diste tu vida por mí. Te ruego que ahora mi vida sea un reflejo de tu amor para iluminar la vida de todas las personas que me rodean. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”, 1 Juan 4:9-10
3. Reflexiona
Una interpretación errada del amor es que es condicionado y que depende de sentimientos. Pero el amor verdadero viene de Dios; sin Cristo no existiría el amor, porque Él lo hizo evidente en la cruz cuando murió por nuestros pecados. Como dice la escritura “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8), mostrando un amor incondicional y con un compromiso claro: nuestra salvación.
Este amor de Cristo que recibimos en nuestro corazón, cuando creemos en Él, también trae la responsabilidad de compartirlo a todos sin acepción de personas.
Algo está fallando en mi relación de amor y me falta entendimiento para aplicar el amor cuando selecciono a quién le ofrezco amor y a quien no. Si tengo verdadero amor, debo cumplir mis compromisos con todos, por amor a Cristo.
¿Sólo expreso amor y ofrezco ayuda donde o cuando me conviene? Simplemente debo dar amor, donde tengo que dar amor, es decir en todas partes, en toda circunstancia, aun a quien aparentemente no merece.
Así mismo, como Dios tomó la iniciativa de amarnos a todos a pesar de nuestras faltas, también nosotros demos el primer paso de dar amor a todos, esto implica a nuestros amigos, familiares, vecinos, a quienes nos contradicen, a quienes no conocemos, simplemente a todos. Y una prueba de que estamos dando amor es si les hemos hablado del amor de Cristo y anunciado la buena nueva del perdón de pecados por medio de la preciosa sangre derramada por amor. (1 Juan 4:8).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn