La Puerta estrecha
2017-02-04
1. Oración inicial
Amado Dios, yo quiero vivir para ti y de la manera que tú quieres que yo viva. Entra en mí, y ayúdame. Te abro las puertas de mi casa para que tú seas en ella, no el huésped, sino el dueño. Te entrego las llaves de mi casa, mi mente, mis sentimientos y mi voluntad. Gobierna en adelante mi vida, y acógeme como siervo, como discípulo y como amigo. Gracias, Jesús. Amen
2. Lee la palabra de Dios
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición; y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”, Mateo 7:13-14
3. Reflexiona
Cristo es la puerta estrecha, el velo de su carne que fue rasgado cuando Él murió. En otras palabras, lo que Él hizo cuando vino como hombre de carne y hueso a la tierra a padecer y morir por nosotros. Sin su muerte en la cruz no podríamos de ninguna manera salvarnos, nadie podría reconciliarse con Dios.
Él es la puerta por la que debemos entrar para llegar al reino de su Padre, al cielo, como dijo en otro momento: «Yo soy la puerta del redil de las ovejas…el que entra por mí, se salvará.» No hay otra manera de entrar.
¿Cómo entramos por la puerta estrecha de su cuerpo? En primer lugar, cuando nos arrepentimos y creemos en Él y en lo que hizo por nosotros. Es decir, cuando nos unimos a Él en fe y hacemos de su muerte nuestra muerte, como dice Pablo: Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo sino Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
En segundo lugar, entramos por la puerta estrecha cuando lo seguimos, morimos a nosotros mismos y al pecado. Si hemos muerto con Él por la fe, ya no vivimos para nosotros mismos, sino para Aquel que murió y resucitó por nosotros. Jesús dijo: si alguno quiere venir en pos de mi niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame.
¿Usted está dispuesto a entrar por la puerta estrecha? ¿A negarse a sí mismo? Si así lo hace, la mano del Señor se abrirá con grandes bendiciones
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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