La prosperidad viene de Dios
2017-10-06
1. Oración inicial
Gracias Señor, tu me has bendecido en todas las áreas, por medio de Jesús, su sacrificio fue completo, ahora quiero obedecerte y agradarte en todo . Muéstrame Señor de que manera debo servirte con todas las bendiciones que has puesto en mis manos.
2. Lee la palabra de Dios
“Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.” Salmo 127:1-2
3. Reflexiona
Si Dios no construye la casa de nada sirve que se esfuercen los constructores, de nada sirve que nos angustiemos cuidando una ciudad o una casa, si la bendición de Dios no reposa sobre nosotros y sobre nuestra familia; de nada sirve que nos levantemos temprano y que nos acostemos muy tarde, ni que trabajemos muy duro, si no contamos con la bendición de Dios. De qué sirve hacer planes y tener sueños si estos no están acompañados de la bendición de Dios.
Tener la bendición de Dios no es un acto ritual, ni se obtiene a partir de esfuerzos humanos, no hay nada que podamos hacer para obtener su bendición en nuestra propia fuerza o por medio de alguna religión. La bendición, la prosperidad y la felicidad, es el resultado de recibir a Cristo en nuestro corazón, por la fe, permitiéndole gobierne nuestras vidas. (Gálatas 3: 9; Efesios 1:3)
Dice el Señor Jesús en Mateo 11: 28: “Vengan a mí los que están cansados y trabajados y yo los haré descansar…”, así estamos todos, cansados y exhaustos, cuando nuestra única meta es el dinero y las cosas materiales, estas actúan en contra nuestra volviéndose un peso y no una bendición para nosotros.
Por lo tanto, debemos colocar en el primer lugar de nuestra vida a Dios, la fuente de donde vienen abundantemente todas las cosas, y lo demás vendrá por añadidura, enfocando todo nuestro esfuerzo, nuestro trabajo y nuestra propia existencia en función de hacer su voluntad, de agradarle y servirle.
Pídele hoy al Padre con total confianza en su Palabra, que por la gracia de Jesús y con la dirección del Espíritu Santo, te muestre de qué manera puedes servirle, utiliza todos los medios que Él te ha provisto, para ser una persona generosa, disfruta y agradécele por los bienes que te permite administrar, la casa donde estás y la provisión que tienes, pero no solamente te quedes allí sino que de su mano, según los principios enseñados en la escritura, usa esos medios para ayudar a otras personas, para aprender y enseñar su Palabra, para reunirte y compartir el amor de Cristo con otros que están en necesidad, alcanzarás entonces la verdadera prosperidad, la cual se sustenta en un principio enseñado por Jesús «Más bienaventurado es dar que recibir.» (Hechos 20:35).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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