La Presencia de Dios en su Palabra

Amado Padre, te pido me ayudes a ser fiel en todo, para ser encontrado haciendo lo que es debido y compartiendo tu Palabra. Ayúdame a permanecer en obediencia a tus preceptos y estar siempre en tu presencia a través de la Biblia. Necesito tanto de ti mi Gran Señor. Amén

“Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón”, Jeremías 29:13

Los hijos de Dios estamos llamados a tener una relación íntima con El a través de la Palabra, y del estudio de ella. Podemos comprobar cómo un Dios Soberano, Todopoderoso y Santo, se agrada en darse a conocer a todo aquel que con corazón sincero lo busca.
Cuántas hermosas promesas encuentra quien escudriña la Biblia, y se dispone a ponerla por obra en su vida y circunstancias. Hoy en día no es extraño encontrar personas que presumen ignorar a Dios y Su Palabra, quienes procuran a toda costa desvirtuarla con argumentos que muchas veces somos incapaces de refutar y preferimos callar por falta de conocimiento.
Traer la Presencia de Dios a través del estudio implica para el cristiano aprovechar la libertad que tenemos para asistir a la congregación de los hermanos en la fe, predicar la Palabra de Dios, y declararla a través de los testimonios, la adoración y la alabanza. Es nuestro deber dar a conocer las verdades que Él nos ha dado a través la Biblia.
La motivación más importante a todo aquel que llega a los pies de Cristo es que escudriñe la Palabra para que compruebe cómo el Dios que nos escogió desde antes de la fundación del mundo y que no hace acepción de personas es fiel en cumplir con todo lo que en ella dice.
«Mi presencia irá contigo y te daré descanso» le dijo Dios a Moisés, y esta palabra también es para nosotros en este tiempo, lo único que se requiere es que le creamos a Él. De nosotros depende.