La paz de Dios
2018-08-20
1. Oración inicial
Señor Jesucristo, sobre ti echo toda carga que pesa sobre mi vida, toda angustia y desasosiego, dándote infinitas gracias porque tienes especial cuidado de mí. Te ruego me transformes, me restaures y anhelo la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, gracias Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”, Filipenses 4:6-7
3. Reflexiona
Cuando tenemos ansiedad agrandamos los problemas, vivimos preocupados y con desasosiego por cosas que nos imaginamos y de pronto nunca van a ocurrir. Qué sabias son las palabras que Pablo escribió a los filipenses, las cuales deben guiar nuestra vida: “Por nada estéis afanosos” y dice: piensa todo lo verdadero, lo respetable, lo justo, lo puro, lo amable, lo que es digno de admiración y elogio y la ansiedad se irá y vendrá una paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:8-9). Este es un mensaje para atesorar en un mundo que se ahoga de ansiedad.
La Biblia nos habla de la paz de Dios. Esa paz vendrá por medio de la persona de Cristo, que fue llamado el Príncipe de Paz. Esta paz viene al ser humano cuando sus pecados son perdonados. Esa es la paz de la cual Jesús dijo, en Mateo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Ese es el descanso de la salvación, una completa tranquilidad. Ahora, la paz que se menciona en Filipenses 4, es una paz que sobrepasa todo entendimiento, que supera nuestra capacidad de razonar, es esa paz que nos permite conservar la calma en momentos de tragedia y aun consolar a los demás. Es la presencia de Dios en nuestra vida.
La salida a la ansiedad es muy clara: “sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego”. La oración nos lleva a tener paz, aunque las circunstancias adversas sigan igual, lo que cambia, está dentro del alma y la mente del ser humano.
A menudo, al enfrentarnos con momentos de ansiedad o angustia, queremos que Dios cambie todas las circunstancias que nos rodean, queremos que se abran las puertas cerradas pero nuestra oración debe ser: «Oh Dios, cámbiame, transfórmame, renuévame» , y la paz de Dios vendrá a nuestra vida.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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