La Palabra de Dios, una vivencia personal
2016-09-24
1. Oración inicial
Amado Señor, quiero amar tu Palabra, aplicarla primero en mi propia vida para después enseñarla a otros. Gracias por todos los propósitos que tu Palabra tiene para mi vida. Es útil para enseñarme, corregirme, instruirme, perfeccionarme y para equiparme completamente para tu servicio. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”, 2 Timoteo 3:14-17
3. Reflexiona
Dios no nos dio su Palabra escrita, sólo para información, sino para nuestra transformación. ¿Estamos haciendo la lectura de la Biblia solo como un ejercicio intelectual o como un medio para informarnos más? ¿O estamos permitiendo que esta Verdad filtre a través de nuestra mente y llegue a nuestro corazón? Sólo de esta manera podrá el conocimiento volverse una vivencia personal.
La mayoría de las epístolas escritas por varios autores en el Nuevo Testamento, como Pablo, Juan, Pedro y Santiago; toman las verdades profundas de la fe y hacen de ellas una aplicación a la esfera de la vida diaria. Conocer y no practicar equivale a “no conocer”. Quizás estamos haciendo más énfasis en el contenido que en la aplicación. Podemos llenarnos de conocimiento espiritual pero si no lo aplicamos, no experimentaremos un cambio en nuestras vidas.
Jesús en sus sermones claramente invertía casi la mitad el tiempo para aplicar lo que enseñaba. El conocimiento de la Palabra tiene que guiarnos a la obediencia, pues a los ojos de Dios, nos da su conocimiento para que lo obedezcamos.
En el pasaje de hoy Pablo nos dice los propósitos por los cuales las Escrituras fueron dadas por Dios. Llama a Timoteo a permanecer leal a toda la enseñanza que ha recibido. Timoteo había conocido las Escrituras desde su temprana edad. Está claro que su madre fue la que lo educó en su fe y era un orgullo judío que los hijos desde pequeños fueran entrenados en la ley, debía estar impresa en su corazón en su mente, para que no se olvidaran de ella.
La Palabra de Dios es útil para muchas cosas, en primer lugar da sabiduría para salvación; porque con su sabiduría salvadora ha abierto una y otra vez el camino a Dios, a hombres y mujeres a través de la historia. Esta Verdad brilla y reluce en las mentes de los hombres, para que entiendan su necesidad de Dios. También es útil para enseñar, los evangelios plasman la vida y enseñanzas de Cristo. Podemos decir entonces, que el cristianismo no está fundado sobre un libro impreso, sino sobre una Persona viva.
Es valiosa para reprender, para convencer a alguien de que está en el error e indicarle el camino correcto. La lectura de la Biblia ha enderezado el camino de muchos. Es útil para corrección. Entrena a las personas para ser integras, hasta equiparlas completamente para toda buena obra. Esta es la conclusión esencial. El cristiano debe estudiar las Escrituras para hacerse útil a Dios y al prójimo. La Palabra de Dios nos hace completos, perfectos, preparados para servir.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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