La Palabra al alcance de todos

Amado Dios, gracias porque en tu infinita misericordia me has dado tu Palabra como guía para mi vida, ayúdame a entender que lo que tú tienes para mí es mejor de lo que yo pienso. Llévame a escoger el camino de la vida y la bendición. Amén.

“Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella”. Deuteronomio 30:14-16

La Palabra de Dios ha sido dada para que esté al alcance de todos, desde el más grande al más pequeño, de manera que no hay excusa para saber cuál es la voluntad de Dios para nosotros. Su Palabra está cerca y ha sido puesta en nuestro corazón porque Cristo mismo que es la Palabra, mora en nosotros. También ha sido puesta en nuestra boca, para que la prediquemos, para que la declaremos en nuestra defensa, para que la enseñemos y llevemos restauración, sanidad y liberación a otros.

También Dios ha tenido especial cuidado para que su Palabra sea conocida por todos los hombres, dándoles inteligencia para que sea expandida a través de ellos, por eso se encuentra no sólo en libros, sino de manera digital en celulares o computadores, se oye por la radio y la televisión y se encuentra por internet. La verdad de que la conozcamos depende de nosotros, si creemos de corazón en las promesas que el Señor Jesucristo nos ha dado y nos disponemos a obedecer sus mandatos.

Al Igual que el pueblo de Israel siempre tendremos dos opciones delante de nosotros y en este pasaje se nos dice que una es la vida y el bien, y la otra la muerte y el mal, todo depende de nuestra decisión: Podemos rebelarnos a la voluntad de Dios y escoger el camino de muerte o podemos obedecer sus mandamientos y escoger la vida en abundancia que el Señor Jesucristo quiere darnos.

Cualquiera que sea nuestra escogencia trae una incidencia tremenda en nosotros. Recordemos que el Señor siempre quiere lo mejor, por eso anhela que vivamos en obediencia, así seremos bendecidos en todas las áreas de la vida e impartiremos esa bendición también a los que nos rodean. Él dice en Jeremía 29:11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.

Cuando nos dice que su Palabra está muy cerca, no tenemos excusa para seguir pecando, para caminar como incrédulos, para llevar una doble moral, para ser infieles con nuestro Dios. Depende de nosotros entonces cómo queremos vivir.