La paciencia

Gracias Señor porque se que cuando me encuentro en pruebas y necesidades, puedo confiar en ti, en tu verdad; guíame para no desfallecer y entrar en los afanes del mundo, sino esperar en ti confiadamente. Amén.

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago 1:2-3

La paciencia es un don vital en nuestras vidas.
Los afanes del presente siglo nos empujan a tomar decisiones rápidas, a vivir afanados, intranquilos y estresados. Guiados muchas veces por el afán de otros, perdemos la paz y empezamos a tomar decisiones equivocadas, sin antes consultar al que ve más allá de lo evidente, a Jesús.
Tomemos un respiro espiritual, arrodillando nuestro corazón en total dependencia a su guía; consultemos al que todo lo sabe, qué es lo mejor en determinada situación y pidamos a Él, la capacidad de seguir su camino, de ir de su mano.
Hay muchos caminos que al hombre le parecen buenos, pero terminan por ser caminos de muerte (Proverbios 14:12). El único camino seguro es Jesús mismo. El declaró «yo soy el camino..», cualquier decisión que queramos tomar, de seguro está escrita en su palabra, no dudemos por tanto, que seguir lo que dice la escritura es ir por un camino de vida.