La obediencia trae revelación
2016-03-19
1. Oración inicial
Señor, quiero demostrarte cuanto te amo guardando cada día tus mandamientos, confiando plenamente en que tu Palabra es fiel y verdadera. Revelame tu voluntad para mi vida. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”.
3. Reflexiona
Hay una relación entre el amor de Dios y la obediencia, ya que ésta es la expresión de nuestro amor por Dios. “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. La recompensa a esto es que Él se revela para que cumplamos su voluntad. Cuando no actuamos en fe, no podemos hacer su voluntad y no podemos experimentar su obra poderosa en nuestra vida.
Cuando conocemos realmente a Dios es cuando guardamos sus mandamientos. Por eso es que nos invita a tener una relación de amor, continua y sincera. Ya que el que no le conoce, lo más posible es que no le obedezca.
Esforcémonos por conocer y guardar sus mandamientos, no basta con saber sólo palabras hay que aplicarlas a nuestra vida. Solo el Espíritu Santo, que es el Espíritu de Revelación puede darnos ese entendimiento. Los que queremos que el amor de Dios se arraigue en nuestro corazón, debemos desarraigar el amor al mundo y sus deseos, porque la amistad con el mundo es enemistad con Dios.
Dios nos ha dado sus preciosas promesas para que perseveremos en el camino de obediencia. Cuando disfrutemos la dulzura de los preceptos de Dios, hará que anhelemos conocerle más y donde Dios produce el querer también produce el hacer.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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