La intimidad con Dios. Parte 1
2016-01-16
1. Oración inicial
Amado Dios, gracias porque tú has preparado aposento alto para entrar en intimidad contigo, y te agradas de quien te busca con todo el corazón. Solo te ruego limpies mi vida cada día más y más de mi maldad, para agradarte con toda mi alma. Te amo Señor. Amen.
2. Lee la palabra de Dios
“El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua? Y envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle, y donde entrare, decid al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? Y él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad para nosotros allí. Fueron sus discípulos y entraron en la ciudad, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua. Y cuando llegó la noche, vino él con los doce”.
3. Reflexiona
Tener Intimidad con Dios es una desafiante decisión cada día de nuestra vida. Es entrar en una relación más profunda con Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
En el relato de los evangelios era la época de Pascua y era un tiempo muy especial para Jesús porque sería la última Pascua que celebraría. Por este motivo Jesús aprovecha para enseñarles a sus discípulos la importancia de tener mayor intimidad con Dios.
Jesús deseaba estar en intimidad con sus discípulos. Él quería tener ese tiempo personal y privado con ellos.
Hoy, también Jesús desea estar con nosotros, somos hijos del Padre. Él quiere revelarse a nuestra vida, quiere bendecirnos y que le conozcamos mejor.
Jesús lavó los pies a sus discípulos, pues hay contaminación en el caminar diario y solamente limpios y purificados de todo pecado podremos estar en intimidad con él, sin nada que nos aleje, ni nos acuse.
Confesemos a Jesús nuestros pecados. Él no nos condena, sino que nos perdona y nos ayuda a volver a empezar. El se saca el manto, se humilla para limpiarnos y para guiarnos a su presencia.
La pregunta es: ¿Estás dispuesto a renunciar a todo lo que te ensucia interiormente y te impide tener intimidad con Jesucristo?
Si deseamos estar en intimidad con Jesús buscaremos el momento y el tiempo para hacerlo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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