La importancia de la intercesión

Amado Señor, enséñame a orar de manera tal, que mis peticiones lleguen a tu corazón, cuanta necesidad hay hoy en las familias y en mi nación, quiero unirme con otros en una sola voz, para clamar por tu presencia en nuestra nación, que nunca nos dejes, ni nos desampares, necesitamos de tu misericordia y perdón. Amén.

“Cuando acabó Salomón de hacer a Jehová toda esta oración y súplica, se levantó de estar de rodillas delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo; y puesto en pie, bendijo a toda la congregación de Israel, diciendo en voz alta: Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado. Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. Incline nuestro corazón hacia él, Para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, los cuales mandó a nuestros padres. Y estas mis palabras con que he orado delante de Jehová, estén cerca de Jehová nuestro Dios de día y de noche, para que él proteja la causa de su siervo y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo; a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro”, 1 Reyes 8:54-60

Que bendición sería si el rey, presidente o ministro de cada país, pudiera orar de la manera que Salomón lo hizo por el pueblo de Israel, de rodillas y con las manos extendidas al cielo. Es la postura adoptada por un mediador, por un intercesor que ha asumido la responsabilidad de gobernar a un pueblo. Salomón sabía que necesitaba de la ayuda de Dios. Necesitaba suficiente gracia y sabiduría para dirigir y administrar cada asunto que afectaba a su gente. Hizo peticiones básicas y concretas; primero pidió la presencia de Dios: “ESTÉ CON NOSOTROS JEHOVÁ NUESTRO DIOS”, Su seguridad estaba basada en la experiencia de sus padres, nunca el Señor los dejó, ni los desamparó, sabe también, que siempre estará con ellos.
Pidió hacer la voluntad de Dios en todo: “INCLINE NUESTRO CORAZÓN HACIA ÉL”. Que importante saber que la voluntad de Dios, es buena, agradable y perfecta. Que los planes que Dios tiene, para los que le buscan, son de bien y de paz.
Pidió por ayuda en las necesidades diarias: “PARA QUE ÉL PROTEJA LA CAUSA DE SU SIERVO Y DE SU PUEBLO ISRAEL, CADA COSA EN SU TIEMPO”. Así como Jesús también nos enseñó, “el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”. Debemos pedir de manera específica por las necesidades que tenemos.
Pidió por la habilidad para obedecer los mandamientos de Dios: “PARA QUE ANDEMOS EN TODOS SUS CAMINOS, Y GUARDEMOS SUS MANDAMIENTOS Y SUS ESTATUTOS Y SUS DECRETOS”. Nuestro deber es obedecer el llamado del evangelio, que nos lleve al arrepentimiento y a una fe verdadera.
Pidió por difundir el Reino de Dios en todo el mundo: “A FIN DE QUE TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA SEPAN QUE JEHOVÁ ES DIOS, Y QUE NO HAY OTRO”. Salomón sabía que la verdadera paz entre los pueblos, solo será posible, si Dios es quien gobierna.
Muy bueno sería, que nosotros, su iglesia militante, empezáramos a interceder de la misma manera, por las familias y por la nación donde vivimos.