La humildad es fundamental para experimentar la gracia de Dios
2024-06-13
1. Oración inicial
«Señor Jesús, revísteme de humildad, que tu Santo Espíritu me ayude a ser como tú: manso y humilde de corazón, pues quiero cumplir con el llamado que me has hecho. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” 1 Pedro 5:5-6
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Pedro 5:10-11
3. Reflexiona
Pedro tuvo que aprender una lección muy valiosa pero a un precio muy alto, por eso vemos que en 1 Pedro 5:5-6 inspirado por el Espíritu Santo escribe y recomienda a los jóvenes estar sujetos a los ancianos, pues él, por su ímpetu en su juventud, cometió muchos errores, entre ellos negar a su maestro al colocar su confianza en sí mismo, por eso aconseja, no solo a los jóvenes, sino a todos, a aprender a estar sumisos unos a otros, porque no hay nada más contradictorio que un cristiano orgulloso, por eso examinemos nuestras vidas y si encontramos que nos cuesta estar bajo autoridad, entremos con confianza al trono de gracia para hallar el oportuno socorro.
Pedro después de haber negado tres veces a su Señor, regresó a su antigua profesión, de donde había sido llamado, pensando que con su propio esfuerzo lograría tal vez disipar el dolor que sentía por haber traicionado a su Maestro, esto suele suceder muy de seguido cuando le fallamos al Señor, pero solo nos demuestra nuestra falta de humildad, pues en realidad la humildad nos lleva a reconocer nuestro pecado, arrepentirnos y aceptar la gracia de Dios, pero el orgullo en cambio nos lleva a alejarnos de Dios, sentirnos indignos y trae remordimiento a nuestras vidas.
En 1 Pedro 5:10-11 el apóstol nos muestra cómo la gracia de Dios es la que después de esos fracasos nos perfecciona, afirma, fortalece y establece para cumplir su llamado, así lo pudo experimentar Pedro cuando Jesús le dijo tres veces ¿me amas? y le encargó nuevamente cuidar sus ovejas. Hoy Dios nos exhorta a revestirnos de humildad, porque ésta es fundamental para recibir la gracia de Dios, pues alguien orgulloso es incapaz de extender las manos para recibirla, además nos dice al igual que le dijo a Simón hijo de Jonás, ¿me amas?, apacienta mis ovejas.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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