La gracia de Dios que nos sustenta
2024-08-28
1. Oración inicial
«Padre, gracias por cada dificultad, enfermedad, necesidad o debilidad que me permites atravesar, pues aunque suelo mirarme primeramente a mí y desanimarme, una vez que fijo mi mirada en ti y acepto con gozo tu voluntad, Tú de manera amorosa y milagrosa me das todo el sustento que necesito para continuar, pues tu poder reposa sobre mí; te alabo por tan gloriosa gracia para conmigo en Jesucristo, muchas gracias Dios, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2 Corintios 12:9-10
3. Reflexiona
El regalo de la salvación de Dios hacia nosotros, es un paquete tan grande y glorioso que por ser por medio de Jesucristo, no termina y lo llena todo en nuestra vida, es como dice Juan 1:16 gracia sobre gracia, una y otra vez obrando inmerecida y poderosamente en cada ámbito de nuestra vida.
En esta oportunidad, la Palabra, a través de la vida del apóstol Pablo en 2 Corintios 11-12, nos expone cómo la gracia de Dios es suficiente para sostenernos y sustentarnos en cualquier dificultad, debilidad o necesidad por la que el Señor nos permita atravesar.
Por amor y servicio al Señor, Pablo tuvo que pasar hambre, sed, frío, azotes, desvelos, naufragios, enfermedades, trabajos, fatigas, angustias y diferentes situaciones que debilitaban su cuerpo considerablemente, y acerca de una enfermedad que le había sido dada de manera permanente, testifica Él que en tres ocasiones le había rogado al Señor que la quitara de Él, pero la respuesta que recibió del Señor fue: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.”
Y, en otras palabras, lo que el Señor le estaba diciendo al apóstol y nos dice hoy a nosotros es que, no es impedimento para Él el hecho de que nuestro cuerpo esté débil, porque en cualquier situación su gracia nos es más que suficiente, y en cuanto aprendamos a depender de Dios y aceptar con agrado su voluntad, veremos cómo de manera milagrosa el Señor nos sustenta y nos fortalece para cumplir con cualquier misión que Él nos encomiende, porque es justo en nuestras debilidades cuando más reposa y se perfecciona el poder de Dios en nosotros.
De manera que, como dice la Escritura, nos gozamos en nuestras debilidades, porque cuando somos débiles, entonces somos fuertes, y su Palabra nos anima en Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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