La fuente de la eterna juventud
2018-05-17
1. Oración inicial
Gracias Señor porque en tu presencia y confiando plenamente en ti soy rejuvenecido, tengo nuevas fuerzas para enfrentar toda dificultad, y tengo la esperanza plena de que tú eres mi fuente de vida eterna. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.” Juan 7:37
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” Apocalipsis 21:4
3. Reflexiona
Cuando rechazamos al Señor estamos rechazando la fuente de agua viva (Jeremías 2:13), una fuente de vida que nos promete una vida donde no habrá muerte.
Producto del pecado es la muerte, por esto es el causante esencial del deterioro de la vida y de la juventud. Dios les advierte a Adán y Eva que al desobedecer perecerían (Génesis 2:17), y esto lo advirtió en relación al cese de su vida física y de su vida espiritual. Al recibir a Jesús en nuestro corazón, somos resucitados espiritualmente y el pecado es juzgado por lo que en realidad ya no nos puede dominar; hemos sido liberados de su esclavitud, pero si rechazamos a Jesús, fuente de vida, Él mismo nos advirtió que: “Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.” (Juan 8:24).
El secreto de la eterna juventud reside en la persona misma de Jesucristo, pues sólo acercándonos a Él es quitada de nosotros la enfermedad que nos lleva a la muerte eterna, esto es el pecado, y Él nos promete que en su venida por su iglesia, nuestros cuerpos serán transformados, en cuerpos gloriosos como el suyo. (Filipenses 3:21, 1 Tesalonicenses 4:11-17 )
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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