La excelencia del conocimiento de Cristo

Amado Padre, perdóname porque mucho tiempo me engañé con los éxitos que el mundo ofrece y hoy veo con nitidez que nada excede a la excelencia del conocimiento de Cristo. Tú eres el Señor de mi vida y te serviré y amaré por siempre. Amén.

“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe”, Filipenses 3:7-9

Observamos en la vida de Pablo las ganancias que había tenido, tales como su formación, era muy culto, dominaba varios idiomas, conocía la literatura hebrea y griega a tal punto que él dice: “en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación,…”, (Gal 1:13) en fin, era letrado y había cosechado éxitos pero pudo darse cuenta que los logros del pasado no lo podían apartar de su relación con Cristo.
De igual manera hoy, nuestros logros por grandes que sean no se comparan con la excelencia del conocimiento de Cristo. La relación de una persona con Cristo es más importante que cualquier otra cosa.

Ahora, la pregunta es: ¿Hay algo más importante para usted, que su relación con Cristo? Es posible que sus prioridades estén equivocadas, es tiempo de reordenarlas. Hay que tomar una decisión y es ser un cristiano de excelencia, dispuestos a cumplir una misión siendo usados por Dios.

Hermano, Dios nos invita a participar de la causa más grande, más extensa, más diversa, más importante en la historia: SU REINO. Él está levantando su familia para la eternidad. Por eso la Biblia dice: Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero,…” Apocalipsis 7:9

Involucrémonos como verdaderos cristianos con la fe puesta en Cristo y demostremos el gran amor por él. Estudiemos y escudriñemos las Escrituras para conocer excelentemente a Cristo y unámonos a él para participar en la extensión de su reino, por medio de la predicación del evangelio.