La espada de dos filos
2015-10-31
1. Oración inicial
Amado Jesús, dame oídos atentos, una mente abierta y receptiva para escuchar tu Palabra Viviente que discierna mis pensamientos y los deseos de mi corazón, para que me muestres lo que tengo que cambiar dentro de mí, renuévame para ser un vaso de honra para ti. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta».
«Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos. Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo».
3. Reflexiona
Cuando escuchamos atentamente y con disposición lo que Dios tiene que decirnos en su Palabra, esto renueva y refresca nuestro ser, nos da el poder para enfrentar cada día y la fuerza para compartir nuestra fe a otras personas. Recordemos que la Palabra de Dios es una Palabra Viva, que transforma nuestro interior y es Dinámica porque obra profundamente en cada área que necesita ser restaurada. Hebreos dice: “que es Viva y Eficaz, y más cortante que espada de dos filos, que penetra hasta partir el alma y el espíritu”. Llega a lo más profundo del ser humano, donde los médicos cirujanos no pueden llegar. Produciendo sanidad cuando revela lo que somos, lo bueno y lo malo.
Su doble poder inferido en esos dos filos. Juzga todo lo que está en nuestro corazón porque lo atraviesa y lo escudriña. Dios como cirujano perfecto, conoce todo lo que hay dentro de nosotros y se dispone a moldearlo, para que podamos disfrutar de la vida abundante y plena que nos ofrece. No hay nada oculto de nosotros que no salga a la luz de su Verdad. No podemos tener secretos para Él, nos conoce íntimamente y a pesar de lo que somos sigue amándonos.
En el versículo 21 de Lucas, sobresalen tres frases: “de día”, “de noche”, “por la mañana”. De día, Jesús enseñaba a la gente su Palabra. De noche sacaba tiempo para meditar en ella, estando a solas con su Padre. Y como resultado de esto, en la mañana la gente que sentía el poder de sus palabras, se acercaba para escucharlo. Esto nos muestra el lugar que ocupaba la Palabra de Dios en su vida.
Jesús dependía totalmente de ella y quiere llevarnos a nosotros también a esto. Como dice Juan15:7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Jesús al ser tentado en todo, se compadece de nuestra fragilidad humana y sabe la necesidad que tenemos de permanecer en su Palabra y fortalecernos en su poder. ¿Qué lugar ocupa la Palabra de Dios en nuestra vida?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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