La edificación espiritual conforme a la Palabra de Dios
2019-09-23
1. Oración inicial
Señor guíame a toda verdad, oro por mis maestros y pastores para que sean llenos de tu gracia y puedan enseñar tu Palabra correctamente, así mismo, mi Dios, que pueda entender tu Palabra y cumplirla fielmente. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?”. “Dice el Señor: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. He aquí, dice el Señor, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice el Señor.”, Jeremías 23:29, 31-32
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,” Efesios 4:11-12
3. Reflexiona
En el presente, se han levantado falsos maestros y predicadores que su enseñanza se basa en la ignorancia o en sus propios intereses particulares, por lo cual pervierten la sana doctrina de la Biblia y desvían a las personas de la verdad, causando mucho dolor y mal testimonio con los de afuera de la iglesia.
Es importante que cada uno estudie la Biblia, pero que ese estudio se haga bajo la autoridad de sus pastores o profesores. Cristo lo ha enseñado y el Espíritu Santo ha repartido dones para que se pueda hacer de tal forma que se edifique el cuerpo de Cristo. Así, con toda profundidad podemos someter a prueba todo lo que nos digan, y conocer si es verdad, consultando en las escrituras y no según lo que cada uno interprete o perciba de forma subjetiva. Como lo registra la Biblia en Hechos 17:11, tenemos que aprender de las personas de la iglesia de Berea que “recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
Es prioritario que tengamos un estudio personal y privado de la Biblia, aplicando cada enseñanza a nuestra vida, pero acompañado con la orientación y estudio que Dios ha dispuesto en su iglesia local; por su gran amor ha provisto a pastores y maestros, y a su Santo Espíritu que nos dirige a toda verdad. Somos grandemente bendecidos cuando con toda diligencia iniciamos a tener un sólido conocimiento de su Palabra, tomando estos tres elemento en nuestra vida: El estudio personal, la enseñanza de nuestros profesores o maestros de la iglesia y la guía del Espíritu Santo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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