La carta de amor
2019-02-16
1. Oración inicial
Señor, escribe en mi corazón, haz que yo sea esa carta de amor para ser leída por todos aquellos que necesitan conocerte, y sea mi vida un ejemplo de tu verdad y de tu gran amor. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.” 2 Corintios 3:2-3
“Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade:y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.” Hebreos 10:16-17
3. Reflexiona
Con su sangre preciosa es escrito el amor de Dios, en el corazón de cada persona que recibe y cree en Jesús (Juan 1:12), por el Espíritu del Dios vivo puesto en nosotros.
Esta carta, que somos nosotros, es una carta de amor, y está a la vista de todos los que la quieran leer, para que todos pueden ver claramente lo que Cristo ha hecho en la vida de cada creyente.
Para que la gente conozca a Cristo, sólo tienen que fijarse en cada uno de nosotros, porque ha sido derramado el amor de Dios en nuestro corazón por medio del Espíritu que nos fue dado.
Así que esta carta debe enviarse y debe poder ser leída claramente por los demás, por lo tanto no debemos andar en las contradicciones y confusiones del mundo sino guiados por su Espíritu. Si somos el reflejo de la gloria de Dios, no podemos esconder esta carta en un cajón, sino que debe enviarse a todo el mundo para que al leer esta carta de amor, amen también a Cristo, así como nosotros lo amamos, no porque espontáneamente haya sucedido sino porque lo que Él escribió primero en nuestro corazón.
Permite que Cristo mismo escriba en tu corazón esa carta de amor eterno que puede ser leída claramente y luego enviada a todos, creyendo en Él y dejándote guiar por su Santo Espíritu.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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