La bendición de la congregación
2025-04-27

1. Oración inicial
«Padre, gracias por la bendición de cada uno de mis hermanos, son la familia espiritual que tú me has dado y a través de quienes tu gracia veo obrando; gracias por la congregación que continuamente nos has concedido tener y te pido por aquellos que no he visto volver para que nos concedas la gracia de volverlos a ver y por la unidad de tu Espíritu en Cristo Jesús, crecer, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.” Salmos 133:1-3

3. Reflexiona
Es sorprendente y debe ser conmovedor para nosotros el poder ver y entender que el Señor ha hecho de cada creyente un miembro de su cuerpo y todos juntos somos el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:12-13, 27); y como miembros de un mismo cuerpo nos necesitamos unos a otros, pues “Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.” (1 Corintios 12:21).
Somos tan importantes y necesarios todos y cada uno de nosotros, porque somos únicos y especiales, el Señor a cada uno en particular nos ha dado un don para que como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios lo pongamos en servicio de los demás, y así ayudándonos mutuamente según la actividad propia de cada miembro, recibamos nuestro crecimiento para ir edificándonos en amor (1 Pedro 4:10, Efesios 4:15-16).
Hermanos, la meta, como dice Efesios 4:13, es que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a hombres y mujeres perfectos, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, y es una meta que nos lleva toda la vida, pero también es una meta que obtenemos habitando juntos en armonía. Así que, como dice Hebreos 10:24-25, no seamos como aquellos que tienen por costumbre dejar de congregarse, sino todo lo contrario, animémonos unos a otros a reunirnos juntos, estando también pendientes los unos de los otros para exhortarnos al amor y a las buenas obras, pues allí como dice el Salmo, enviará el Señor su bendición.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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