La acción de la oración. Parte 1
2016-10-03
1. Oración inicial
Padre, hemos pecado contra ti, hemos hecho lo malo delante de tu rostro, perdona nuestro pecado y límpianos de toda maldad, haz de nosotros personas correctas e integras en nuestra manera de vivir, danos la fortaleza para hacer conforme tu mandas en tu Palabra.
2. Lee la palabra de Dios
«Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo.», Nehemías 1:3-7
3. Reflexiona
Una buena oración, o una oración correcta está acompañada de una acción correcta. Con la oración Dios nos capacita, nos dota de poder para hacer conforme El nos ha enseñado. Muchos conocemos que hacer, pero no lo hacemos porque no tenemos la capacidad, la fuerza o los medios para hacerlo. Cuando Nehemías ora, primero pidiendo perdón por el y su pueblo, Dios , resuelve y entreteje circunstancias a favor de la petición realizada por Nehemias, y en el momento de presentarse la oportunidad, la mira claramente y aprovecha la ocasión que Dios le permite y la gracia que le da a su favor frente al rey. Muchas oportunidades que Dios nos da, se escapan porque no las miramos, adormecidos por falta de oración. La oración no cambia la voluntad de Dios a nuestro capricho, si no de acuerdo a su voluntad y nos permite ver la bondad de Dios, que es diaria y se manifiesta a los justos. Somos justos si practicamos la justicia y la oración diaria pidiendo a Dios que seamos justificados por la sangre de Jesús. Por lo tanto no dejes para mañana la oración que debes hacer y poner en acción hoy.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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