Jesús y sus discípulos
2022-08-16
1. Oración inicial
«Señor Jesús, gracias por elegirme para ser tu amigo y discípulo; te pido que tu Santo Espíritu me ayude a comprender que tu mayor enseñanza es el amor y me lleve a permanecer en ese maravilloso amor, para amar al prójimo como tú lo haces y así glorificar al Padre, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.” Juan 15:8-9 RVR 1960
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” Juan 15:13-16 RVR 1960
3. Reflexiona
Nuestro Señor Jesús nos declara en su palabra que nos ha amado de la misma manera como el Padre Dios lo ha amado a Él, eso es maravilloso, pues nos ama con ese mismo amor de Dios, un amor eterno, y nos pide que permanezcamos en su amor; y la manera de permanecer en su amor es obedeciendo sus mandamientos como lo dice Juan 15:10a “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor”. Esta obediencia, que es posible gracias a la obra de Cristo en la cruz y por medio del poder que trae el Espíritu Santo a la vida del creyente, nos permite llevar fruto, lo cual glorifica al Padre y nos convierte en discípulos de Cristo. Recordemos que un discípulo es un alumno, y un alumno sigue las enseñanzas de su Maestro, por eso, Jesús nos enseña y nos pide lo mismo que Él ha practicado, como lo vemos en Juan 15:10b “así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.”
Ahora bien, si buscamos seguir y practicar las enseñanzas de Jesús como discípulos suyos, debemos saber que, además de ser sus alumnos, somos sus amigos; y como a los primeros discípulos, a los cuales Jesús les declaraba todas las cosas del Padre, así también a nosotros, ahora por medio de su palabra y por la revelación de su Santo Espíritu nos declara todas las cosas. Y una declaración maravillosa que debe ser verdad revelada a nuestras vidas, es que Él nos ha elegido a nosotros y nos ha puesto para que llevemos mucho fruto y ese fruto permanezca. Entonces, si queremos tener vidas fructíferas como seguidores de Cristo, debemos permanecer en su amor y además amarnos los unos a los otros como el mismo Señor Jesucristo nos dice en Juan 15:17 “Esto os mando: Que os améis unos a otros.”
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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