Jesús sufrió soledad
2020-01-18
1. Oración inicial
Señor, a veces hay situaciones en nuestra vida, en las que nos sentimos abandonados, aún por nuestros conocidos y amigos. Pero no permitas que dejemos de orar, en nuestra aflicción recuérdanos que estas a nuestro lado, que tú nos das aliento, que eres la compañía que necesitamos. Gracias Padre Dios. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega. Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.”, Mateo 26:37-46,56
“Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; encerrado estoy, y no puedo salir. Has alejado de mí al amigo y al compañero, y a mis conocidos has puesto en tinieblas.”, Salmo 88:8,18
3. Reflexiona
Alguna vez hemos pasado por un momento de crisis y sentimos que nuestros conocidos y amigos han desaparecido, nos han abandonado en el momento de más necesidad y no nos han brindado su ayuda. Es el momento de recordar a Jesús, pues prometió estar con nosotros siempre y Él no tiene ninguna intención de romper su promesa, porque Él demuestra su fidelidad una y otra vez. Debemos confiar en que su gracia y su ayuda son ilimitadas. Cuando no nos queda nada, cuando todas las ayudas han desaparecido, cuando experimentamos el dolor del abandono, sólo en Jesús encontraremos la fortaleza para continuar. Pensemos en que a veces Dios permite estos tiempos de abandono y soledad, para que confiemos y nos apoyemos en Él.
Recordemos el sufrimiento de Jesús, no solo sufrió abandono en Getsemaní y en el Calvario por todos nosotros. Toda su vida fue de trabajo y aflicción muchas veces, preparándose para una muerte cruel. Sus sufrimientos iban a redimir a la humanidad, por eso siguió adelante aunque todos lo abandonaron y huyeron. A menudo abandonamos a Jesús, le somos indiferentes, pero Él, jamás lo hace con nosotros, siempre está para ti y para mí.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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