Jesús nunca te ha dejado, nunca te ha abandonado
2019-03-11
1. Oración inicial
Siempre has estado conmigo mi Dios, fui yo el que no te escuchaba, pero ahora anhelo estar siempre en comunión contigo por medio de tu Espíritu Santo, escuchando tu Palabra. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;» Hebreos 13:5
«El Señor está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.» Sofonías 3:17
3. Reflexiona
Él siempre estuvo allí, a pesar de nosotros. Miramos el espejo retrovisor de nuestra vida, nuestros conflictos y ocupaciones, nuestras luchas, y donde pensamos que estábamos solos, Jesús siempre estuvo, muchas veces en silencio, por amor a ti.
Tal vez estés en la sala de espera de un hospital, esperando afligido por un amigo o un familiar, angustiado sin saber qué hacer o a quién acudir; la verdad es que Jesús siempre estuvo allí para consolarte, darte fuerza y para que por encima de las circunstancias que estuvieras pasando supieras que eso era temporal. Él siempre te estuvo ofreciendo su amor eterno.
Jamás nos ha dejado y no nos dejará, el mundo quiere que pensemos que estamos solos pero Dios siempre está en medio de nosotros esperando que lo escuchemos, que obedezcamos sus palabras de corrección, de amor, de consolación en medio de las pruebas.
Así que no te sientas desanimado, ni triste, ni confundido cuando lleguen las tormentas, la escasez o las malas noticias; recuerda que no duerme el que te cuida, Dios no nos dejará ni nos abandonará; por el contrario, todas las cosas nos ayudan a bien a los que conforme a su propósito hemos sido llamados (Romanos 8:28).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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