Jesús lo cambió todo
2024-10-04
1. Oración inicial
«Señor Jesús, gracias porque soy un templo santo donde vives por tu Espíritu, eres la piedra angular de mi vida, sin ti me derrumbaría; por eso, te necesito desesperadamente para llevar una vida en santidad, me has escogido, llamado y enviado a anunciar tu vida, tu obra, muerte y resurrección, soy una piedra viva, parte de tu nueva casa espiritual, gracias por hacerme parte de tu familia, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. 1 Pedro 2:4-5
3. Reflexiona
Jesucristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante los ojos de Dios. Cuando creemos y nos acercamos a Él, nosotros somos como piedras vivas, con las cuales edifica su casa espiritual. En otras palabras, Él es la piedra angular de la nueva casa la cual está edificada con personas. Nuestra responsabilidad como miembros de la familia de Dios es doble: adorar, ofrecer sacrificios espirituales y testificar, o sea anunciar las virtudes del que nos amó y se entregó por nosotros.
Jesús puede ser la piedra angular clave en nuestra vida o la piedra de tropiezo, veamos lo que dice 1 Pedro 2:7-8 “Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados”. Hoy muchas personas ven a Jesús como una piedra de tropiezo y no quieren dejar el mundo y sus vanaglorias, la decisión es de cada uno, o lo eligen como su piedra angular o como su piedra de tropiezo, pero, si se convierten y confían en Él, jamás los defraudará.
Cuando nos encontramos con Jesús, viene a habitar en cada uno de nosotros por medio de su Espíritu Santo, entonces, formamos parte de la iglesia que es la casa de Dios, podríamos decir literalmente que “volvemos a casa”.
Jesús es la piedra angular de nuestra fe. Ahora de pecadores pasamos a ser pueblo elegido de Dios, escogidos para un alto llamado sacerdotal, escogidos para ser parte de una nación santa, para ser instrumentos de Dios para su obra, llamados a anunciar a los demás el precioso evangelio de salvación. Él llevó nuestros pecados a la cruz para que muramos al pecado, para que vivamos una vida de rectitud y para que seamos sanados. (1 Pedro 2:9; 1 Pedro 2:24) Jesús lo cambió todo, ¡A Él sea la gloria, la honra y el honor!
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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