Jesús es nuestra navidad
2022-12-23
1. Oración inicial
«Señor Jesús, gracias por haber venido a morar en mi corazón que como un pesebre te recibió, gracias por hacer de este pesebre un templo, el templo de tu Santo Espíritu y gracias por darme una nueva vida; permíteme siempre estar dispuesto a tu llamado para rendir mi voluntad a ti, dejándote ahora vivir a través de mí, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Juan 3:3
“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” Juan 3:6
3. Reflexiona
Cuando creemos en Jesús, y por fe lo recibimos en nuestro corazón, literalmente empezamos una nueva vida, pues se nos otorga la vida eterna gracias a la obra redentora de Cristo, así que podemos decir que en ese preciso momento nacemos de nuevo, pero ahora es del Espíritu como lo declara Juan 3:6.
Debido a que en Jesús volvemos a nacer y como la palabra navidad significa nacimiento, podemos expresar que para nosotros Jesús es nuestra navidad.
Juan 3:3 nos revela la importancia del nuevo nacimiento para poder ver el reino de Dios, así que tenemos mucho por lo cual agradecer, como dice 1 Pedro 1:3-5 “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.”
Que al pensar en la navidad y al ver a José, María y el niño Jesús en un pesebre, recordemos que tú y yo y cada creyente, somos ahora, aquella familia en la cual Dios dispuso que su Hijo Jesús viviera y, que así como los padres terrenales del Mesías dispusieron y rindieron sus vidas para criar al Hijo de Dios, nosotros también dispongamos nuestros corazones y rindamos nuestra voluntad para permitir que Cristo viva por medio de su Espíritu en cada uno de nosotros, para que su gloria se siga manifestando en medio de la humanidad.
Como aquella señal del niño Dios en un pesebre ha perdurado por más de dos mil años y ha acercado a hombres a Dios, la señal de Cristo en nuestro corazón perdure por siempre y aproxime a los perdidos al Salvador.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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