Instrumento puro y útil

Señor, aquí estoy dispuesto a que tú me limpies de toda mi maldad y en medio de la prueba me acompañes, me guíes para ser instruido y fortalecido, listo para tu servicio. Amén

“Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.”, 2 Timoteo 2:21

Estamos llamados por el Señor Jesús a apartarnos del mal (2 Timoteo 2:19), a pesar de que estamos en el mundo no somos del mundo. Pero el mundo nos ofrece un intenso deseo por los placeres físicos e insaciables por todo lo que vemos; nos empuja al orgullo de nuestros logros y posesiones, pero todo esto es temporal y desaparecerá, mientras que, si hacemos lo que agrada a Dios, su voluntad, viviremos eternamente (1 Juan 2:16-17).

Para no dejarnos arrastrar por estas cosas, Dios nos fortalece en nuestro ser interior, por eso al igual que la calidad y pureza del oro es probada con el fuego, nuestra fe se pone a prueba con los problemas para ser fortalecida, y al permanecer firme en tantas pruebas la gloria de Dios será manifiesta a través de nuestras vidas (1 Pedro 1:7).

Con cada prueba superada somos más sabios, más honestos, más pacientes, más íntegros y el carácter de Cristo se va cimentando en nosotros. Como dice la escritura: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13). ¿Con qué actitud enfrentaremos las dificultades de ahora en adelante?