Inicia un año diferente
2021-01-01
1. Oración inicial
«Señor Jesucristo, quiero que este año todo sea diferente, por eso necesito del poder de tu Santo Espíritu para morir a mí mismo y vivir para ti. Es tiempo de rendir toda mi voluntad a ti, para que cambies y transformes todo lo que he querido hacer en mis propias fuerzas y no he podido. Nuevamente te digo: “haz de mí la persona que quieres que sea”. ¡Gracias mi amado Dios! Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?» Marcos 8:34-37
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Juan 15:5
3. Reflexiona
Siempre que iniciamos un nuevo año nos decimos: ‘este año va a ser diferente’ y hacemos nuevos propósitos en todas las áreas de la vida y quizás empezamos a hacer las cosas en nuestras propias fuerzas y a nuestra manera, por eso es que fracasamos. El Señor nos dice muy claramente en su Palabra que separados de Él nada podemos hacer.
Si no queremos seguir viviendo con altos y bajos y sin poder alcanzar objetivos, necesitamos rendir completamente nuestra vida al Señor, de tal manera que transforme radicalmente nuestro ser. No podemos decir que somos sus seguidores si no estamos dispuestos a abandonar nuestra propia manera de vivir y para esto necesitamos la asistencia del Espíritu de Dios, quien nos guía y nos da la fuerza para vencer nuestros deseos egoístas.
Pidamos este año al Señor que cautive nuestro corazón para poder experimentar la vida abundante que nos ofrece. Por eso debemos renunciar a nosotros mismos, a nuestro carácter, a nuestros planes y someternos totalmente a los planes divinos y saber así lo que Él quiere de nosotros. Es tiempo de decir como Juan Bautista: “Es necesario que Él crezca, pero que yo mengue” Juan 3:30
Si nos aferramos a nuestra vida la perdemos, pero si se la damos totalmente a Cristo seremos salvos y no sólo de pecado, sino de la esclavitud de vivir para este mundo, entendiendo que nuestro destino está en sus poderosas manos.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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