Honra a tus padres, parte 2
2021-04-28
1. Oración inicial
«Dios, eres mi Padre Celestial pero también me has dado padres terrenales que me mandas a honrar y que, a diferencia de ti, son imperfectos, cometen errores y también, en muchas ocasiones, necesitan de mi atención y provisión; es por esto que te pido me des la humildad y misericordia para no juzgarlos, y el amor y bondad para sustentarlos, te doy gracias por sus vidas y por el privilegio de poderlos honrar, pues se que a la vez te estoy honrando a ti, gracias Señor, Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre” Marcos 7:9-12
3. Reflexiona
La honra a nuestros Padres es aún después de ser hijos independientes o casados.
La Palabra de Dios hoy nos cuenta un relato muy especial y es el de Jesús amonestando a los fariseos y escribas de la época, porque habían cambiado el mandamiento de Dios que dice honra a tu padre y a tu madre, por el mandamiento de ellos que decía que si una persona entregaba todos sus bienes como ofrenda a Dios quedaba absuelto de proveer, cuidar o ayudar a sus papás.
Esta es una enseñanza gigantesca y a la vez un llamado de atención para todos nosotros, pues muchas veces se nos llena la boca diciendo que somos hijos de Dios, pero a la hora de obrar con toda verdad, justicia y bondad no lo hacemos, nos quedamos como los religiosos de ese tiempo, honrando a Dios con nuestros labios pero en realidad nuestro corazón está lejos de Él.
Hermanos, no podemos pretender honrar, agradar o alabar a Dios si no cumplimos sus principios, si no obramos justamente, si no producimos fruto que lo glorifique; no es posible estar en la iglesia cantando y danzando para Dios cuando al mismo tiempo nuestros padres están necesitando de nuestro cuidado, atención o compañía, debemos comprender que honrar a nuestros padres es honrar a Dios.
Existe un momento muy particular en la crucifixión de nuestro Señor Jesús y en el cual es muy importante que reflexiones hoy, y es cuando Él le entrega su madre a su discípulo amado, dice Juan 19:26-27 “Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.” ¿Logramos notar lo importante que es para Dios la honra a nuestros padres?, es casi imposible que se cumpla el propósito de Dios para nuestras vidas si hay falta de honra a nuestro padre o madre. Jesús, el hijo de Dios, fue intachable en su obediencia al Padre y el perfecto modelo a seguir en honra a su madre.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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