Herederos de la libertad

Señor Jesucristo, tú dices que a libertad fuimos llamados, y tú eres la única salida de mis prisiones, por tanto examíname y dame de tu gracia y misericordia para tener la verdadera libertad. Gracias porque soy libre en el nombre de Jesús, y puedo disfrutar la Vida de libertad y Vida en Abundancia. Amen

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.

“Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros”

En la vida espiritual, existen muchas cárceles. Los enemigos de la libertad fabrican y construyen diversas cárceles de máxima seguridad para tomar prisioneros a los elegidos de Cristo.
Podemos decir que hay una cárcel donde están los alcohólicos, drogadictos y lujuriosos. Una cárcel donde los adúlteros y los fornicarios son hechos prisioneros. Otra cárcel aglutina a los que son prisioneros de la ira, del odio, los que ansían venganza, los que buscan la violencia y la guerra. Hay quienes están encarcelados en la prisión del orgullo, la vanidad, la envidia y la mentira. La flojera ha construido una cárcel muy particular para los perezosos.
El enemigo de nuestra alma quiere hacernos creer, que nuestras prisiones espirituales son difíciles de superar, él nos dirá que es mejor estar en esas prisiones que estar fuera de ellas.
En nuestro diario vivir, aparecerán diversas prisiones para detener nuestra travesía de llegar al cielo, pero Cristo viene en nuestro auxilio para concedernos la verdadera libertad, porque a libertad fuimos llamados.
Jesús decía: “Ustedes serán verdaderos discípulos míos si perseveran en mi palabra; entonces conocerán la verdad y la verdad los hará libres” «Por tanto, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres.» Juan 8,31, 36
Si hasta hoy hemos vividos prisioneros, este es el día de nuestra liberación, este es el día en que tenemos que buscar la puerta para salir. Cristo es la puerta que nos permite salir de las prisiones
Jesús dijo: “Yo soy la puerta; el que entre por mi estará a salvo; entrara y saldrá y encontrara alimento’’ “El ladrón solo viene a robar, matar y destruir, mientras que yo he venido para que tengan vida y la tengan en Abundancia”, a esto podríamos quizás añadir que Cristo además de Vida nos da libertad y en abundancia.