Hechos para buenas obras
2019-05-21
1. Oración inicial
Amado Padre me dispongo delante de ti a seguir las instrucciones del Espíritu Santo en cuanto a las buenas obras, donde quiera que quieras que vaya iré, si tengo que entregar mi saco para que alguien se abrigue, lo haré, me desprendo de todo cuanto tengo, porque todo es tuyo y todo cuanto requieras de mí lo daré. Te amo Señor. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. […], los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí (Lida), le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y […]. Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva”, Hechos 9:36-41
3. Reflexiona
Esta historia de una costurera llamada Dorcas, seguidora de Cristo, que con honor la llaman discípula, fue ejemplo de mujer sobre la importancia de ayudar a los demás, y es el reflejo de un buen testimonio. Dorcas vivió en los inicios de la Iglesia del primer siglo, que estaba bajo el liderazgo del apóstol Pedro; ella aprendió a servir al Señor, pues leemos que “abundaba en buenas obras y en limosnas”, sobre todo manifestaba compasión por la gente necesitada, ayudando a los pobres.
Cuando Dorcas murió, los creyentes en Jope llenos de tristeza llamaron al apóstol que estaba en Lida, Pedro fue y después de orar, llamó a Dorcas de entre los muertos, y ella fue resucitada, para seguir con su vida abnegada y consagrada al servicio de Dios.
Es cierto que no nos salvamos por hacer buenas obras, pero demostramos con nuestras obras que hemos recibido la salvación, que hemos nacido de nuevo. La Biblia dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10) y también dice: “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? […] Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, […], pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. (Santiago 2:14-17)
Hermano, nos corresponde llevar este mensaje a la práctica. Piense en alguien que necesite su ayuda ahora mismo. No todos sabemos coser como Dorcas, pero podemos visitar al enfermo, cubrir la desnudez de alguien, suplir una necesidad económica, llevar una palabra de aliento, etc. La lista de cómo podemos ser de ayuda a otros no tiene fin, pero pongamos manos a la acción.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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