Hasta la última gota

Señor, acompáñame en mi lucha, dame tu fuerza y ayúdame a despojarme del viejo hombre, ya me diste la victoria en la cruz, aumenta mi fe y guíame a hacer lo correcto

«Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado»

El pecado en nuestra vidas, ofrece un conflicto personal, puesto que pone a prueba toda nuestra resistencia y el nivel verdadero de nuestra virtud.
También ofrece un conflicto espiritual, porque lo que está en juego cuando pecamos es nuestra relación con Dios, la cual se ve afectada, no porque ÉL nos deje, sino porque nosotros lo dejamos, pecar es sinónimo de actuar independientemente, de seguir nuestra vieja naturaleza antes que seguir el Espíritu, conforme nos enseña la palabra en Efesios 4:22, despojémonos del viejo hombre, el cual esta viciado y obedece a los deseos mas no al Espíritu.
Jesús, nuestro Señor, en el huerto de Getsemaní, sudo lágrimas de sangre, en un conflicto decisivo, al tener en pocas horas que soportar todos los pecados de nosotros en su ser y dar su vida en expiación, “angustiado él, y afligido, no abrió su boca”. Hemos soportado tal dolor para renunciar o desanimarnos en la lucha?