Haré que te levantes
2020-10-22
1. Oración inicial
«Señor Jesucristo, no permitas que la intensidad de esta vida y la rutina diaria, me hagan decaer en mi comunión contigo y lentamente llevarme a ese estado de sequedad espiritual. Yo sé que nunca me abandonas, aun en esos momentos estériles y sin fruto, porque me has dado el Espíritu de vida que mora en mi corazón, para que vuelva a levantarme, darme aliento y renueve mi unción para amarte y servirte con todo mi ser. Amén»
2. Lee la palabra de Dios
“La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová”. Ezequiel 37:1-6
3. Reflexiona
Esta visión dada a Ezequiel muestra el poder vivificante de Dios que puede hacer volver a la vida a alguien que está muerto. Es una clara alusión a la resurrección. En este caso, es un llamado al pueblo de Israel que se encontraba exiliado y espiritualmente muerto. Se le manda a Ezequiel a proclamar esta palabra vivificadora para que el pueblo salga de su condición de muerte espiritual y vuelvan a vivir, restaurando su relación con Dios.
Pero este pasaje, también representa el poder y la gracia de Dios en la conversión, cuando saca al pecador de la muerte espiritual a vida y coloca su Espíritu dentro de él para restaurarlo y darle poder.
Cuando el Señor le pregunta a Ezequiel “¿Vivirán estos huesos?” Él sólo contesta: “tú lo sabes”, dándonos a entender que la fe deja toda posibilidad en manos de Dios, para el cual nada es imposible. Es creer que Dios puede responder a cualquier situación por difícil que esta sea. Nosotros sus hijos, tenemos su Palabra para pronunciarla, proclamarla y efectuar los propósitos que Dios tiene a través de ella. Él ha prometido vivificarnos como dice Romanos 8:11: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”. Dios promete una nueva vida y restauración espiritual.
Por eso, animémonos con esta promesa, porque Dios puede restaurar a cualquier persona por seca o muerta que esté espiritualmente. Pidamos que Dios renueve y restaure las vidas de las personas que conocemos y que aún no se han rendido al Señor. La esperanza y nuestra oración es que Dios avive su Espíritu Santo dentro de nosotros, para que seamos testigos fieles de su amor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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