Hallando gracia
2022-01-08
1. Oración inicial
«Padre, gracias por enseñarme tu verdad, tus mandamientos y tus preceptos; ellos, como lo dices Tú, han sido vida a mi vida y me han permitido adquirir la sabiduría que necesito para poder tratar con los demás. Permite que cada día aumente mi conocimiento en tu Palabra y así pueda hallar la gracia que se encuentra al conocerte y tener esa relación íntima contigo, en Cristo Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres”. Proverbios 3:1-4
3. Reflexiona
Podemos ver en el capítulo 2 del evangelio de Lucas, un breve relato que nos cuenta desde del nacimiento de Jesús hasta sus hechos a los 12 años; en este podemos apreciar cómo nuestro Señor desde pequeño se involucraba en lo que Él llamó «Los negocios de mi padre», (Lucas 2:49) refiriéndose a su interés y necesidad por aprender lo que hasta ese momento había de la Biblia, la ley; pues a la edad de tan solo 12 años Él pasó tres días en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas (Lucas 2:46). Por lo que dice el evangelio que «Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres». (Lucas 2:52).
Gracia en la cual nosotros también podemos crecer y podemos hallar, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor, pues el proverbio de hoy nos declara que si nosotros no nos olvidamos de la ley de Dios, y en nuestro corazón guardamos sus mandamientos, tendremos muchos años de vida y paz; así mismo nos dice que si en todo tiempo somos misericordiosos y vivimos teniendo presente la verdad de Dios, es decir, su Palabra, hallaremos gracia y buena opinión delante de Dios y de los hombres.
Vivir atentos a la verdad de Dios, guardando su Palabra en nuestro corazón, producirá en nosotros un conocimiento real de Él y por ende también una relación personal con Él; lo que hará que hallemos su misericordia y su favor, y además que nuestro prójimo tenga un buen concepto de nosotros; lo que indudablemente se verá transformado en una vida llena de la paz y de la bendición de Dios. Así que, no nos apartemos de la palabra de Dios y guardemos, es decir, practiquemos todo lo que en ella se nos enseña.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn