Hacer tu voluntad
2023-09-23
1. Oración inicial
«Padre amado, muchas gracias te doy por enviar a tu Espíritu a morar en mí, sé que fue gracias a la perfecta obra de mi Señor y Salvador Jesucristo y por mi fe en Él. Te pido Señor, que por la misma gracia y fe, me permitas cada día dejarme guiar por Él, quiero que mis pasos sean dirigidos por tu Espíritu, en el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Filipenses 2:13
3. Reflexiona
Disponer todo en manos de Dios y confiar en Él es el acto más seguro y certero que nosotros podemos hacer ante cualquier situación. Pero resulta que muchas veces no hacemos así, sino que, por el contrario, todo lo queremos resolver con nuestra propia sabiduría, en nuestro tiempo y con nuestros medios. Pasa mucho en nuestras relaciones, cuando por ejemplo, existen aspectos en el carácter de nuestro prójimo que no nos hacen bien o no están correctos y que deseamos que se cambien. Entonces, cuando notamos alguno de estos, generalmente nuestra primera reacción es indisponernos, impacientarnos y enojarnos. Y si bien, disgustarse o sentirse ofendido por un momento, no está mal, puesto que somos seres humanos y las emociones hacen parte de nuestro ser, lo que sí está incorrecto, es dejarse llevar por ellas o actuar o tomar decisiones basadas en ellas, lo enseña la Palabra de Dios en Efesios 4:26 cuando dice “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,”
Entonces, a lo que nos llama nuestro Dios, es a que cuando suceda algo que nos disguste o nos enoje, no actuemos llevados por nuestro enojo o nuestros deseos pecaminosos, llámense, rencor, ira, amargura, venganza, celos, envidia, entre otros, sino que, aprendamos y seamos diligentes e intencionales en dejarnos guiar por la dirección del Espíritu Santo, conforme dice Gálatas 5:16-17 “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”
Hermanos, si realmente nuestro deseo es, cada día ser más como Cristo, perseveraremos en su carácter en toda situación, y esto no en nuestras fuerzas, sino que ciertamente su Espíritu que mora en nosotros nos dará el poder para no pecar, según la buena voluntad de Dios, pues su exhortación es a que “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” (Gálatas 5:25).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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