Hacedores. Parte 1
2017-06-01
1. Oración inicial
Señor, ayúdame a vivir una vida íntegra, cumpliendo tu palabra, no solo siendo oidor si no hacedor de tu palabra, para dar un testimonio efectivo, del cambio que has hecho en mí, por amor a Jesucristo. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.», 2 Corintios 11:13-15
«Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo». 1 Juan 3:7-8
3. Reflexiona
En la actualidad muchos hablan de Dios, el mundo está viviendo una época de engaño como nunca se había visto en la historia de la humanidad. ¿Cómo distinguir la doctrina verdadera de Jesús?
Un principio importante es lo que Jesús nos enseñó, “por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-20). De qué me sirve conocer la doctrina y expresarla elocuentemente si en mi todavía domina la carne y no practico lo que predico.
Mi vida de santidad, apartándome del pecado, cambiando mi forma de actuar, mostrando frutos de arrepentimiento, es la mejor doctrina que puedo experimentar. Aunque es cierto que debo conocer y manejar con precisión la Palabra de verdad, escrita en la Biblia, ésta debe ser obedecida primero en mi vida, pues si no es así, puedo caer en el engaño de una mente intelectual y argumentativa pero con baja moral, poco dominio propio; al fin de cuentas limitado, frente a la revelación de Dios sólo una aparente elocuencia. Un conocimiento correcto de la palabra de Dios tiene dos componentes: la interpretación correcta de la escrituras y la puesta en práctica de sus principios.
Iniciemos hoy a ser hacedores y no tan sólo oidores de la Palabra. Coloquemos sus principios en práctica, ésta es la verdadera forma de negarme a mí mismo, de tomar mi cruz y seguir a Jesús.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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