Haced todo lo que Él os diga.
2017-05-01
1. Oración inicial
Señor Jesús, dame una fe como la de María. Esa fe que puede confiar aunque no entienda lo que vas a hacer, pero con la certeza que será lo mejor para mi vida. Sé que nunca me fallas cuando voy ante ti con alguna situación que no comprendo. Confío plenamente en ti. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron”. Juan 2:1-8
3. Reflexiona
Cuando las personas se acercan a nosotros a pedir consejo para sus problemas, generalmente les decimos que hagan lo que la Palabra de Dios dice respecto a ese asunto. Es lo mismo que María dice en ese momento de necesidad: “haced todo lo que Él os dijere”.
María conocía a su Hijo, ella había estado con Él hasta los 30 años compartiendo juntos, no había olvidado la promesa del ángel en el momento de su concepción, sabía que era el Salvador, el Hijo de Dios y ella confiaba plenamente en Él. Creía tanto en Él que se dirigió a los servidores y les dijo que hicieran lo que Jesús les dijera. María tenía la fe que puede confiar aun cuando no entiende. No sabía lo que iba a hacer Jesús, pero estaba segura de que lo que hiciera sería lo mejor.
En nuestra vida hay momentos en que no sabemos a dónde ir y que hacer. Solo Jesús tiene la respuesta a las situaciones que no comprendemos. Aunque Jesús le responde a su madre que todavía no ha llegado su momento, no hubo falta de respeto en su respuesta. Uso la misma palabra cuando le habló con afecto desde la cruz “mujer. Tampoco pensó que ella le estaba dando órdenes, pues tenía claro que venía hacer la voluntad del Padre. Él sabe que su hora llega cuando no sabemos que hacer. La tardanza en su respuesta a las peticiones que le hacemos no es una negación, sino que Él sabe cuál es el tiempo preciso para responder.
A lo largo de toda su vida Jesús tenía claro que había venido al mundo para una tarea y con un propósito determinado. Veía Su vida, no en función de sus deseos, sino en relación con la voluntad de Dios. Su vida no estaba regida por el tiempo humano, sino en el de la permanente y definitiva eternidad. Por eso accedió a la petición de su madre.
Recordemos que el primer milagro de Moisés fue convertir agua en sangre y el principio de los milagros de Cristo fue convertir agua en vino. Lo cual puede mostrarnos la diferencia entre la Ley de Moisés y el evangelio de Cristo. Jesús había venido a cambiar la imperfección de la Ley, por la perfección de la gracia. Solo Él puede producir un cambio drástico en la vida de los creyentes, como cuando el agua se vuelve vino.
María se sometió a su autoridad y a su voluntad reconociendo que era más que su hijo humano, era el Hijo de Dios. Debemos como ella someternos a Él y permitirle que resuelva nuestros problemas a su manera.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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