¿Guardar la tradición o guardar su Palabra?

Señor mi Dios, quiero vivir conforme a tu palabra, conforme a tu enseñanza, guardando todo lo que me has enseñado en la Biblia y enseñando a los demás acerca de tu amor. Amén.

 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”
“Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; los cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban. Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.” Deuteronomio 6:6-7, Marcos 7:1-10

Son muchas las tradiciones que hemos heredado y costumbres que el mundo nos ha enseñado por muchos años, las cuales hemos guardado consciente o inconscientemente y determinan nuestra forma de pensar, de reaccionar y prácticamente influencian nuestras decisiones. Por ejemplo, muchos relacionan el ver un gato negro con la mala suerte, en su corazón sienten temor y hacen algo para evitarlo; claramente es una reacción equivocada ante una enseñanza o tradición equivocada. Así mismo si nos acercamos a Dios por medio de las tradiciones de los hombres, podemos tener una imagen y una relación equivocada con Él. Jesús nos enseñó a acercarnos a Dios a través de Él y de guardar su palabra (Juan 14:21), no por medio de las tradiciones de los hombres, pues estas, sino están alineadas a la verdad de Dios, están rechazando el mandamiento de Dios para seguir la tradición. ¿Guardamos la palabra de Dios, el mandamiento de Dios, como Jesús enseña en Juan 14:21 o guardamos nuestras tradiciones?
Jesús nos enseña que lo que debemos enseñar a nuestros hijos y a todo ser humano es la palabra del Creador, no las tradiciones de los hombres. Por esto, una vez hemos recibido a Cristo en nuestro corazón, es necesario edificarnos en la palabra de Dios, renovando nuestro pensamiento para entender y aceptar la enseñanza de Dios y sacar de nuestro pensamiento las enseñanzas equivocadas del mundo (2 Corintios 10:5). Así creceremos, seremos bendecidos en todo, entendiendo y haciendo la voluntad del Padre.