Fe verdadera. Parte 2

Señor gracias porque por medio de la fe en el testimonio escrito en tu Palabra, puedo vencer todas las dificultades de mi vida y vivir en la libertad que Cristo me otorgó en la cruz. Amén

“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.  Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos. Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados. Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días” Hebreos 11:24-30

Esta verdadera fe es probada, acrisolada en el fuego como el oro; cuando tenemos problemas es la oportunidad para actuar con fe de acuerdo a su Palabra, seamos entonces como los que por la fe y la paciencia heredan las promesas, manteniéndonos fieles hasta el último momento, “pensando que Dios es poderoso para levantar aún de entre los muertos” mientras sucede lo imposible adoremos, sin temer, rehusemos los deleites temporales del pecado y tomemos como verdadera riqueza el sufrimiento de Cristo, que hizo posible que ahora tengamos acceso a los tesoros celestiales eternos. Tengamos la actitud de colocar la mirada en el Invisible, pasando el Mar Rojo de la esclavitud hacia la libertad que Cristo nos dio. Por tanto, tomemos sus promesas, colocándolas en práctica, aferrados al testimonio escrito de tantos hombres, que en la Biblia, el Señor usó para mostrarnos en este tiempo, toda su gloria, su poder, majestad, y toda la herencia que tenemos mediante la verdadera fe en Jesucristo.