Excusas. Parte 1
2017-08-04
1. Oración inicial
Padre, en el nombre de Jesús, guía mis pasos a toda verdad, que de mi boca no salga ningún engaño hacia ti y hacia mi prójimo. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.” 1 Samuel 13:11-13
3. Reflexiona
Saúl debía esperar a Samuel, obedeciendo y confiando en el mandato de Dios. Pero se desesperó, no confió en Dios y pecó. El gran problema de Saúl no fue sólo el pecado (igualmente muy grave), sino las excusas con las que trataba de tapar su pecado.
Saúl siempre se excusaba, tratando de quedar bien con todo el mundo, pero no con Dios. En este pasaje intenta quedar bien, culpando a Samuel por la demora y justificando que había actuado bien. Es muy común cuando fallamos, excusarnos mostrando la falta de la otra persona, para que nuestro error parezca menos grave (Génesis 3:12-13).
Por lo tanto, cuando fallemos ante Dios o ante nuestro semejante (esencialmente ofendemos a Dios), seamos completamente sinceros y honestos en reconocer que fallamos, no nos aligeremos a contestar y a recurrir a las excusas.
Siguiendo el ejemplo de David, Dios quiere en nosotros un corazón conforme al suyo, un corazón que confiesa y reconoce su pecado, además de estar dispuesto a someterse a Dios en obediencia.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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