Espíritu Santo eres Maestro e Intercesor
2019-12-18
1. Oración inicial
Padre Bueno, que privilegio me has concedido sin merecerlo, al bautizarme con tu Santo Espíritu, pues Él me enseña la Verdad y me revela tus secretos, Él es mi Maestro, el Mediador en mis caídas, la fortaleza en mi debilidad y clama por mí con palabras celestiales. Gracias Señor. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”, Romanos 8:26-27
3. Reflexiona
Jesús les comunicó a sus discípulos que era necesario que él se fuera pero no los iba a dejar huérfanos, enviaría al Espíritu Santo, quien los guiaría a toda verdad, los instruiría en todo y les recordaría todo lo que les había dicho. Jesús era su maestro, pero al regresar al Padre prometió mandar un nuevo maestro, el Espíritu Santo.
Del mismo modo que nos enseña las verdades sobre Jesús y el Padre, el Espíritu Santo nos enseña a orar y aún más, ora con nosotros cuando no sabemos hacerlo. EI Espíritu conoce nuestra debilidad e intercede por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en palabras humanas. Cuán significativo es que esa intercesión sea de acuerdo con la perfecta voluntad de Dios.
Ahora, es Dios quien escudriña el espíritu de todas las personas, así como también Él conoce las intenciones de nuestro corazón, sean buenas o malas, porque nuestros pensamientos no están ocultos a Él. La Biblia dice: “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”. (Jeremías 17:10). Dios nos da la oportunidad de escoger el camino, si el de la vida o de la muerte, si aceptamos a Jesucristo en nuestro corazón o lo rechazamos o si aceptamos ser hijos de Dios o hijos del padre de la mentira.
Pablo da testimonio y dice: «Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. […] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo». (Romanos 8:14-17a)
Por lo tanto, el Espíritu Santo trabaja activamente en nuestra vida, para guiarnos, enseñarnos e interceder por nosotros siempre. El Espíritu Santo nos muestra nuestra identidad de hijos de Dios y confirma en nuestros corazones que Dios es verdaderamente nuestro Padre.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn