Escuchar, entender y practicar la Palabra de Dios. Parte 2
2018-05-08
1. Oración inicial
Señor, haz que mi corazón esté dispuesto para ti, obedeciendo tu Palabra, caminando por fe y no por emociones, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.”, Mateo 13:5-6
“Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.”, Mateo 13:20-21
3. Reflexiona
Las emociones juegan un papel determinante en nuestra vida, éstas son parte de nuestra naturaleza integral, el problema es cuando se convierten en el motor que mueve nuestras decisiones, es decir, no debemos permitir que las emociones nos controlen, sino la Palabra de Dios, pues sus principios deben estar por encima de nuestros sentimientos y emociones.
En esta parábola el Señor Jesús nos enseña cómo muchos reciben la Palabra con emoción, pero luego no se escudriña, no se recibe con profundidad y compromiso la enseñanza, sino que pasada la emoción, se olvida lo más importante: una vida guiada no por sensaciones bonitas, sino por principios sólidos y sostenibles.
Pero el Señor coloca el dedo en la llaga, lo que sucede con alguien que recibe emocionalmente el mensaje pero no crece la raíz, es debido a un corazón duro como piedra, donde no puede nutrirse la raíz del árbol ¿Tienes el corazón como piedra cuando recibes el mensaje del evangelio?
Si cuando tienes problemas, o eres maltratado por ser obediente a Dios, enseguida olvidas el mensaje, significa que tu corazón está cubierto con la coraza de las emociones, le das más crédito al momento o a las circunstancias que observas, que a la verdad de Dios que no se ve, pero es eterna y más real que nuestras emociones.
Si estamos actuando de esta manera, es hora de corregir y quitarnos el antifaz emocional, para decidir vivir por principios, no por emociones. Un corazón duro no es necesariamente una actitud rígida y tosca hacia el evangelio, sino también una falsa apariencia que no nos permite tener una relación profunda e íntima con Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn