Escucha
2019-02-18
1. Oración inicial
Señor, que mis oídos sean abiertos espiritualmente para escuchar y entender tus justos juicios, tus principios y ordenanzas, que traen seguridad y paz a quien obedece; permíteme atender atentamente lo que dices, así te agradará mi vida. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“El oído que escucha las amonestaciones de la vida, entre los sabios morará.”, Proverbios 15:31
“Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.”, Hechos 8:6
“Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre; porque pecamos contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos escuchado la voz del SEÑOR nuestro Dios.”, Jeremías 3:25
3. Reflexiona
Podemos caer en confusión, si atendemos y nos dejamos llevar por ideas equivocadas; estas producen pensamientos equivocados y por lo tanto formas de actuar incorrectas, que llevan nuestros pasos al pecado, a actuar con necedad, pero la Palabra de Dios tiene instrucciones que nos llevan a una sabia conducta (prudencia), a la justicia, al juicio y a la equidad; (Proverbios 1:3).
Si escuchamos atentamente las instrucciones de Jesús, seremos librados del dolor y la muerte pues cada principio bíblico nos protege y bendice nuestra vida; no es para amargarnos el rato, sino al contrario, para nuestra beneficio.
Pero, ¿escuchamos atentamente la Palabra de Dios? ¿Están nuestros oídos atentos a sus enseñanzas? El Señor Jesús decía que “¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.” (S. Juan 8:43 ), refiriéndose a aquellos que no les conviene su mensaje porque prefieren seguir ocultando su pecado.
En un mundo que hace tanto ruido, que no quiere que escuchemos la voz de Dios, debemos esforzarnos para estar atentos y escuchar su Palabra, porque esto hará la diferencia entre la verdad y la mentira, entre la vida y la muerte. Escuchar las instrucciones de Dios y guardarlas en nuestra mente y corazón, así como aplicarlas en cada circunstancia que tengamos, produce una vida plena, llena de certeza y bendición.
“Escuchar su Palabra¨, no se trata de oír como si oyéramos cualquier otro mensaje, este mensaje especial merece toda nuestra atención, pues es capaz de cambiar el rumbo de nuestra existencia para bien; no se trata tampoco de escucharlo y quedarnos quietos, pues este mensaje toca las fibras íntimas de nuestro ser, impulsando nuestro corazón a moverse en la dirección de Dios y de su propósito.
Así como la iglesia primitiva, unánimes, escuchemos atentamente las cosas que dicen quienes nos enseñan la sana doctrina bíblica. Estemos atentos a rechazar las ideas del mundo que están en contra de los principios de Cristo; mejor, escuchemos el mensaje que tiene el poder de resucitar muertos, muertos de espíritu. (Romanos 1:6).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn