Escóndeme bajo tus alas
2016-09-03
1. Oración inicial
Amado Señor, muéstrame tu maravillosa misericordia, tú que salvas a los que se refugian en ti, guárdame como a la niña de tus ojos, escóndeme bajo la sombra de tus alas, de los que quieren hacerme daño, libra mi alma de la angustia, ayúdame a confiar en tus promesas y a descansar en ti. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos”, Salmo 57:1
3. Reflexiona
Esta es una oración de absoluta confianza y dependencia en Dios. Cuando confiamos nuestra alma al Señor, nos estamos cubriendo con su Presencia, nos asegura su protección cuando estamos en peligro y cuando somos atacados por el enemigo. En los momentos de quebranto, que mejor cobertor que el Dios Altísimo, es nuestro mejor amparo y refugio. A donde quiera que miremos en esta tierra, el refugio falla y no hay ayuda tan segura, como la de Él. Los seres humanos erran, cuando tenemos problemas las personas se alejan, cuando fracasamos en los negocios, nadie confía en nosotros. Es difícil encontrar amigos cuando estamos pasando por dificultades.
El salmista repite: “ten misericordia de mi” indica la urgencia de su oración. Estaba angustiado y desesperado. En cualquier situación los creyentes podemos clamar por misericordia, Dios nos revela su amor a través de su misericordia.
“Porque en ti ha confiado mi alma”, el salmista usa esta frase como la base para su petición. La llave para que Dios nos de la respuesta, es la fe. Sin fe es imposible agradarlo y el responde a los que le creen.
La figura de “la sombra de tus alas” es usado a menudo para hablar del amparo, del refugio seguro que el Señor puede darnos en la adversidad. Dios es el único que tiene el poder sobre todo lo creado, por eso es el Altísimo, Él ve nuestros problemas pequeños comparados con su grandeza. Lo más importante es que ese Grandioso Dios se digna a mirarnos con misericordia y se interesa por nuestras necesidades.
“Hasta que pasen los quebrantos”, nos da la certeza de que siempre estará con nosotros, no nos soltará de su mano, hasta que estemos tranquilos y confiados en su respuesta. Muchas veces las personas en vez de ayudarnos, critican y murmuran de nuestra situación. Cuando enfrentamos estos ataques, lo mejor que podemos hacer, es quedarnos en silencio y alabar a Dios, recordando que nuestra confianza está en la fidelidad, la bondad y el amor de nuestro Padre. En los momentos de crisis, no nos encerremos en la autocompasión, es el momento de poner nuestra fe en acción y de pedir que nos cubra con su amor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn