Es tiempo de perdonar
2018-10-13
1. Oración inicial
Señor, enséñame a reconocer mis rencores y agravios, a saber dar el primer paso para despojarme de ellos. Ayúdame Señor a perdonar como tú lo requieres, hasta setenta veces siete, pues tú me has perdonado todos mis errores, de igual manera quiero tener un corazón perdonador y tomar nuevo rumbo en mi vida. Te amo Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”, Mateo 18:21-22
3. Reflexiona
Hay quienes sostienen que perdonar no es fácil, más aún cuando las ofensas son profundas e intencionales. La venganza es una conducta natural en todos los seres humanos, sin embargo, hay quienes tienen mayor ardor para ejercerla que otros, es un detonante emocional poderoso, que mueve a las personas a actuar y herir a quien ha hecho daño. Muchos, sin duda, hemos imaginado vengarnos contra aquellos que nos han ofendido o incluso hemos dado el garrotazo.
Efectivamente, la venganza potencia el crimen, los combates y los altercados. La biblia dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9) Y vemos el pensamiento de Lamec, descendiente de Caín, el cual era: “si me hieres, te hiero, y no sólo una vez sino setenta veces siete”. El espíritu de la venganza no se satisface nunca.
Pedro creyéndose bondadoso le pregunta al Señor si debía perdonar hasta siete veces y “Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”. El Señor conocía las Escrituras, así que las tomó a propósito, aboliendo la filosofía de Lamec, que parafraseando dice: Pedro, puedes seguir los pasos de Lamec y vengarte o seguirme a mí y extender el perdón, pero es imposible que hagas ambas cosas.
Jesús siempre vuelve a referirse a la necesidad de perdonar, justamente por lo difícil que a veces es. “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”. (Colosenses 3:13)
Amigos, no hay otra alternativa en un conflicto, sino perdonar cuantas veces sea necesario, esto libera de toda culpa y trae sanidad emocional y física a nuestra vida. Perdonar también abre las puertas para que Dios nos escuche, pues, la falta de perdón es una barrera inmensa que impedirá que la oración llegue a Dios. Él siempre tiene sus brazos abiertos para recibirnos, y el Espíritu Santo nos ayuda a perdonar y también a pedir perdón, solamente debemos estar dispuesto a perdonar con total generosidad.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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