Entremos en comunión con Dios para bendición
2018-06-01
1. Oración inicial
Amado Señor, qué privilegio poder acercarme a tu presencia y saber que no me rechazas, que tus oídos están atentos a mi clamor, que estás dispuesto a perdonar mi pecado y atento para responder a mis necesidades. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne. Las iniquidades prevalecen contra mí; Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás. Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo. Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los términos de la tierra, y de los más remotos confines del mar”, Salmo 65:2-5
3. Reflexiona
La fe en Jesucristo es la única llave para tener acceso a la presencia de Dios, es un privilegio para el que cree, pero también es una oportunidad que Él ofrece para el que no le conoce y quiere acercarse.
“Tu oyes la oración; a ti vendrá toda carne”. El Señor no excluye a nadie, Él quiere revelarse en su trono de gracia a toda criatura para rescatarla. Siempre estará dispuesto a oír y a responder las oraciones de todos los que se acercan con fe, con humildad y arrepentimiento reconociendo que sólo Él puede perdonar sus pecados por su infinita misericordia, por su amor y su justicia que es la única que provee salvación al pecador.
Este salmo invita a que entremos en comunión con Dios para bendición. Nos recuerda que somos bienaventurados porque un día nos escogió y nos atrajo a Él con sus lazos de amor para que fuéramos su pueblo. El deleite y el beneficio de su gracia sólo se puede vivir estando en su presencia, por eso aunque nos sintamos abrumados por la multitud de nuestras trasgresiones, aunque sintamos que somos tan pecadores que Él no puede perdonarnos, Dios nos está esperando con los brazos abiertos y con sus oídos atentos, sólo quiere que nos acercamos sinceramente a su presencia y recordemos que ninguno está lejos de su redención y tan lleno de pecados como para no poder ser limpio.
Su anhelo es que habitemos en sus atrios, es un privilegio que hemos ganado por medio de la muerte de Jesucristo en la cruz. Ahora todos los creyentes tenemos acceso personal a su presencia en cualquier tiempo y en cualquier lugar. Vivir en comunión con Dios nos saciará de bendiciones y Él responderá con “tremendas cosas”, en otras palabras mostrará su poder y manifestará sus maravillas en nuestra vida.
“Esperanza de todos los términos de la tierra y de los más remotos confines del mar”. Jesucristo es la única esperanza para todos los hombres porque su poder, su amor y su bondad son el fundamento para que confiemos. Ninguno ha hecho lo que Jesús hizo por la humanidad, acerquémonos entonces con oración, arrepentimiento y reconciliación, Él no nos defraudará.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn