Enseñando la fe cristiana a esta generación
2015-12-10
1. Oración inicial
Padre amado, gracias por recordarme la responsabilidad que tengo con la generación que se está levantando en este tiempo, para enseñarles tu Palabra para que no se olviden de ti, que no se diga como en los tiempos de los jueces: “generación que no conocía a Dios ni la obra que había hecho con ellos”. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales».
3. Reflexiona
Observando el mundo de hoy y especialmente a los niños y jóvenes, nos aterra ver a través de las noticias, que cada día hay más niños y jóvenes involucrados en crímenes, terrorismo, todo tipo de violencia y delitos. Parece que se estuviera repitiendo la historia del tiempo de Jueces con el pueblo de Israel, cuando se levantó una generación sin temor de Dios, dice la Palabra que no conocían a Dios, ni sabían nada de lo que Él había hecho con sus padres. Una generación con ignorancia espiritual que al estar separados de Dios cometieron muchos errores e hicieron lo malo ante los ojos de Dios.
¿De quién es la responsabilidad? Tanto ayer como hoy, esta responsabilidad básicamente recae sobre los padres, sobre la familia, debido a que los niños aprenden del ejemplo de sus padres y familiares. La fe es una cuestión familiar y no es solo responsabilidad de la iglesia. Enseñar la fe cristina a nuestros hijos es nuestra tarea. Es tentador dejar esta responsabilidad a otros y volvernos irresponsables en la formación espiritual de nuestros hijos.
La nación de Israel se volvió miserable y desgraciada por abandonar a Dios, sin embargo, Dios tuvo compasión de ella y levantó jueces para que en esos tiempos de apostasía (falta de fe), donde “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25), fueran sus libertadores. Hoy tú y yo somos esos jueces responsables que Dios quiere usar, para que le mostremos a esta generación las desastrosas consecuencias de apartarse de Dios, mostrarles que el pecado separa de Dios. Pero cuando hay arrepentimiento el Señor Jesucristo es compasivo, es nuestro juez, nuestro Libertador y Salvador.
Sabemos cuan engañoso y perverso es el corazón del hombre, pero no estamos dispuestos a creerlo hasta que no ver todo lo que está pasando en nuestros días, con nuestros jóvenes y niños. Descubrir esta triste realidad debe animarnos a orar, a compartir de Jesús, como la única esperanza de Vida para esta generación. Que esta navidad sea la oportunidad para acercar a nuestros hijos al amor de Jesús, para que lo amen, lo conozcan y aprendan a no dejarse influenciar por el mal que esta reinando en el mundo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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