En memoria de mí. Parte 3
2023-11-09
1. Oración inicial
«Padre, que tu palabra impacte mi vida de la misma forma en la que tu creación fue impactada por el sonido de tu voz; háblame a través de las Escrituras y revélate a mí por tu Santo Espíritu, lléname y renueva mi entendimiento, cambia mi lamento en baile y cíñeme de alegría. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.“ Juan 9:1-3
3. Reflexiona
Si te parece mucho tiempo quedarse 4 días en un lugar esperando por una respuesta de Jesús, como en el caso de Marta y María (Juan 11:1-44), te presento al ciego de nacimiento (Juan 9:1-38). Se podría decir que aproximadamente este hombre ciego, cuando fue encontrado por Jesús, debía tener más de 20 años; edad en la que, según la tradición judía en la época de Jesús, un hombre podía valerse por sí mismo; y vemos cómo este ciego se había dedicado a mendigar, lo que no sabemos es por qué motivo llegó a esa situación, si por voluntad propia o por rechazo de sus padres.
Claramente la vida de este hombre no había sido fácil, pues no vivía con sus padres, no trabajaba, subsistía de acuerdo a la limosna que le dieran los demás y, por si fuera poco, era rechazado por la sociedad ya que lo veían como un pecador; pues, según la cultura judía, cuando las personas tenían ciertas enfermedades se creía que estas eran la manifestación del rechazo de Dios a causa de sus pecados o aun por el de sus padres. Lastimosamente el rechazo fue algo a lo cual se vio sometido este hombre durante mucho tiempo, no solo al verbal, sino también al físico, pues culturalmente los judíos manifiestan su desprecio hacia otros con escupitajos. ¿Te imaginas los recuerdos que se quedaron impregnados durante más de 20 años en la memoria de este ciego de nacimiento al escuchar un escupitajo o las voces de desprecio de los demás? De igual forma sucede con nosotros, pues a través de ciertos sonidos se quedaron grabados en nuestras memorias diversos tipos de rechazos o desprecios de la sociedad en general; sin embargo, Dios ha venido a darnos libertad, pues dice su palabra que nosotros conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres (Juan 8:32)
No te pierdas los siguientes devocionales, pues veremos más adelante la gran restauración que Jesús hizo en la vida de este hombre; restauración que también será una verdad en ti.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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