En los últimos tiempos

Señor, ayúdame a mantenerme en la verdad, creciendo cada día en el conocimiento de Cristo, guíame por medio de tu Espíritu a entender profundamente el mensaje de evangelio para no caer en el engaño. Gracias Señor. Amén.

“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. 2 Timoteo 3-9

Una señal inequívoca que estamos viviendo los últimos tiempos es la gran confusión acerca de la verdad. A pesar de la gran cantidad de información muy pocas personas se toman el trabajo de validar e investigar acerca de la veracidad de una afirmación y de sus fuentes.
Las escrituras nos revelan que esta situación se debe a que el mismo hombre resiste a la verdad, pues es un ser que sólo se centra en sus propios intereses egoístas, sólo le interesa aquello que se acomode a su estilo de vida y que no conmueva su zona de confort.
Sin embargo la verdad de Dios nos confronta, nos exige salir de la mediocridad, nos impulsa a vivir no para nosotros sino para hacer bien a los demás, la verdad de Dios conlleva cambios y decisiones radicales, por esto muchos quieren simplemente ignorar aquello que afecta sus intereses particulares o lo que le exija revelar su vida interior. A esto le llama el Señor Jesús andar en oscuridad.
En estos últimos tiempos, el carácter de lo hombres “modernos” es contrario a las virtudes y al amor bíblico, lo que conlleva a que sean corruptos en todo sentido. Lo único que puede transformar esta situación es el cambio de sus corazones por medio del mensaje del evangelio, un nuevo nacimiento. Por esto requerimos todos, ser cada día trasformados aceptando el conocimiento de Dios para crecer en la verdad y anunciar con denuedo, con urgencia, el mensaje escrito, el cual es consistente y certero para alumbrar la conciencia de los hombres de los últimos tiempos.