En la adoración hay revelación
2017-02-17
1. Oración inicial
Dios Bueno quiero ser un apasionado de ti, quiero llenar tu trono de adoración y allí en intimidad contigo, escuchar tu dulce voz, revelándome tus secretos para cumplir con la misión que me encomiendas. Te amo Señor. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea”, Apocalipsis. 1: 9-11
3. Reflexiona
Por causa del evangelio, Juan había sido desterrado a la isla de Patmos (isla pequeña, usada como penitenciaría por el imperio romano, desértica y rocosa, sin arroyos, sin árboles, ni tierra fértil, salvo algunas pobres parcelas), y allí en adoración, en el Espíritu, Juan escucha la voz del Señor Jesús, enseñándonos que a veces Dios nos tiene las más grandes y ricas enseñanzas en los lugares más pequeños y menos hermosos según nuestros ojos.
Es importante destacar que Juan estaba en el Espíritu, la Escritura nos enseña que: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Y nos las reveló a nosotros por el Espíritu Santo, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”.
Dios nos revela sus secretos en la intimidad y el motor de la intimidad es la pasión. Dios quiere que seamos apasionados por El como lo fue Juan, su discípulo amado.
Querido hermano la adoración comienza con una actitud correcta y es despojarnos de nosotros mismos y del mundo que nos asecha y centrarnos en el Dios de la gloria, solo así recibiremos revelación del Dios Altísimo, para luego cumplir la misión que Él nos encomienda.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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