En Dios hay sanidad

Padre de los cielos queremos pedirte que nos ayudes a sanar nuestro corazón, que sea tu infinito amor el que ayude a liberarnos de todos aquellos sentimientos que no te glorifican porque anhelamos que toda la gloria sea para ti. De mi corazón te doy el control. Amen.

«Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice el Señor.», Jeremías 30 : 17a

Muchas veces las enfermedades físicas son heridas del alma… aquellas producidas por una decepción, por un desengaño, por una mala palabra e inclusive por un solo gesto. A veces le damos demasiada importancia a cosas que en realidad no lo merecen y terminamos siendo afectados por ello. El problema es que estas heridas pueden desarrollar enfermedades como el cáncer, la depresión, aumentan las tazas de suicidio y olvidamos que nuestra vida debe depender de Dios y no de lo que sucede a nuestro alrededor. Pidamos en el día de hoy que las malas palabras, las ideas negativas y las tristezas sean quitadas de nuestras vidas tal y como lo dice en su palabra en Jeremías 33:6: He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. Permitamos que Dios tome el control de nuestros corazones para que podamos ser testimonio a quienes nos rodean.